Bienvenido

Bienvenido a mi blog personal donde iré dando buena cuenta de mis trabajos literarios, y a través del cual podrá ponerse en contacto directo conmigo.

domingo, 27 de febrero de 2011

No me ataques

No me ataques con la rima hiriente
No insultes a la poesía
No utilices el refranero como balas
No te creas más inteligente

La poesía es para soñar
No para matar
Dejémos eso a las armas
A las guerras

Escribe para amar
Para pedir perdón
Para reír
Para provocar un vuelco en el corazón

Utiliza la palabra para acercar
No para poner más mundo
Entre tú y yo.

Abre tu mente
Resuelve tus problemas
Despeja tus dudas
Y si necesitas ayuda
Dímelo
Pero no me pidas luego la cuenta.

viernes, 25 de febrero de 2011

Te tengo

Te tengo
Noche y día
Te tengo
Dormido
Te tengo
Despierto
Te tengo
En verde
Te tengo
En azul
Te tengo
Cuando miro
Te tengo
Cuando respiro
Te tengo
Con la marea alta
Te tengo
En la vida
Te tengo
En todas las vidas
Te tengo
Ahora
Te tengo
Ayer
Te tengo
Siempre
Pero no te tengo
Pues tú me tienes.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Las cuentas del Alma

Mi alma estaba
En números rojos
De besos y cariño.

Me debían tantos besos
Que ya no me importaba.
Mis labios no los cobraban
Porque nadie los pagaba.

Regalé demasiados,
Los malgastaron,
Los derrocharon,
Los revendieron.

No los valoraban
No los necesitaban,
Sólo querían una muesca más.
En la pared de su alma.
Y me cansé de pedirlos.

Pero ahora tengo crédito,
Ahora me los pagan
Ahora los regalo a manos llenas
Pero sólo a una persona.

Que nadie me los pida,
Porque no los daré.
Sólo una persona
Los puede y debe recibir.

lunes, 21 de febrero de 2011

Hoy me apetece

Hoy me apetece conducir
Con la ventanilla bajada.
Siento el viento en mi brazo
Y la libertad en mi alma
Que no sentía desde tiempos pretéritos

El sol acaricia mi cara
Mis gafas me protegen
Mi diestra sujeta a Apolo,
Máquina que supone
Una extensión de mí mismo

Otros me adelantan
Llegarán antes,
Pero no sentirán
La libertad que yo siento
Se lo perderán.

La sonrisa en mi mente
La vida en mí mismo.

Hoy me apetece conducir
Con la libertad en mi alma.

sábado, 19 de febrero de 2011

Vida

Estoy vivo, porque sigo hablando
Hablo porque sigo cantando.

¿Qué es la vida
Si no un devenir de las cosas?

Tengamos compasión del habla
Que sólo quiere que vivamos
Busquemos las preposiciones
Las proposiciones
Los pronombres
Los complementos directos
Los vocativos que nos hagan vivir

Alentemos la palabra con la lengua
Y el canto con la vida.

Cuando deje de cantar,
De hablar
De sentir,
Cuando deje de morir moriré

Y al renacer
Seguiré muriendo entre tus besos.

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jueves, 17 de febrero de 2011

Las Barreras

Siempre las barreras de la civilización
Barreras putas
Barreras amargas
Barreras Baldías
que no descansan
ni de noche ni de día
Barreras que separan
Aquello que debería estar junto
Barreras muertas
Barreras implacables
Barreras jóvenes
y Barreras viejas
Barreras que unen
y que olvidan
Barreras irreductibles
Que no alcanzan la memoria
Barreras del idioma
Barreras caídas
que se vuelven a levantar
Barreras fuertes
que caen con un pellizco...
Siempre las barreras
que necesitamos saltar.

Página Web

Acabo de terminar el diseño preliminar de mi nueva página web: www.carloscapella.es.tl

Desde ahí, no sólo podréis ver mi editorial diaria en forma de LOS DESAYUNOS, donde debatiré sobre temas de actualidad, si no que además, podréis enlazar con mi twitter, con éste mismo blog, y con la página de Facebook "Carlos Capella", donde más cosas podrán verse.

Anímense a visitar la página, podrán contactar conmigo directamente.

martes, 15 de febrero de 2011

Buscando Recuerdos

Tan sólo con pensarte
Lo recuerdo todo
Tan sólo todo
De nuestro amor

Mis sábanas
recuerdan tu amor
con el perfume
de tu pasión.

Recuerdo
El mundo en ti
La vida sin fin
Que forjamos
Desdeñando la almohada
Buscando
 los cantos del corazón.

En una nube de besos
En un alma de abrazos
Buscando
La historia inacabada
En nuestro amor.

domingo, 13 de febrero de 2011

Hagamos cosas

Hoy me siento burbujeante
Lleno de vida
Como si el amor
no fuera rutina

Busco y encuentro
el breve lapso
entre tú y yo
y el infinito amanecer

No nos resistamos
a la luminosa noche
que la luna nos bañe
y el mar nos ilumine

Arranquemos el hastío
de las tardes de estío
y divirtámonos
de nosotros mismos

Pues nada tenemos
más que nosotros
y sin embargo...
Lo tenemos todo.

viernes, 11 de febrero de 2011

Los Colores de la Vida

El mundo no es blanco
tampoco es negro
es de miles de colores
cuando estás a mi lado.

El lienzo de nuestra vida
lo pintas tú
con tu sonrisa
tu existencia
tu sólo echo de ser.

Sonríeme en rojo,
bésame en azul
mírame en verde
abrázame en amarillo
dime "te quiero" en violeta.

Coloréame,
del mismo modo que me amas.

miércoles, 9 de febrero de 2011

No tengo nada

Yo que no tengo nada,
Yo que todo lo he perdido,
Ya sólo quedo yo.

Ahora que nada puedo ofrecerte,
es cuando más te doy
pues si no tengo nada
te lo ofrezco todo.

¿Qué quieres de mí?
que yo te lo doy.

Mi cuerpo,
mi alma,
mi risa
mis lágrimas.
Mi atención,
mis besos,
mis caricias
mi noche
mi día.

Mi sudor,
mi pasión
mis labios
mis dedos
mi vida.

Todo eso te ofrezco
ahora que no tengo nada.

martes, 8 de febrero de 2011

Vamos Avanzando

Las dos primeras partes de El Enigma del Desierto están completadas. 107 folios de descubrimientos y hallazgos que harán tambalearse los cimientos de la historia.

lunes, 7 de febrero de 2011

Necesidades

¿Qué necesita un hombre
para ser feliz?
Realmente nada.
Realmente muy poco.

Sentir
Ver
tocar
amar
recordar
añorar
tener
haber tenido.

El hombre necesita
haber sentido el amor
al menos una vez en la vida

Sentir pasión
Llorar, vivir.

El hombre necesita muy poco.

Ver el atardecer
junto a una hermosa mujer
¿Qué más puedo pedir?

sábado, 5 de febrero de 2011

Dulce Melodía Silenciosa

Lo necesario de lo efímero
del universo nos hace dar cuenta
de lo que somos,
de lo que representamos
en esta danza cósmica.
Flores que nacen y mueren,
mareas que llegan y se van,
las estaciones pasan,
y vuelven casi puntuales.
La muerte no es el final.
Es... a lo sumo, un cambio.

¿Y porqué hablo de muerte?
Porque no se puede hablar de vida
sin mentar a su némesis complementaria,
la Dama Negra,
una de las tres Parcas,
esa mujer caprichosa.

Pero lo que me trae aquí
es la vida,
ese sublime sentimiento de sentir,
esta vida que horadamos,
que exploramos,
y que jamás dejamos de descubrir.
A veces me preguntan
"¿Qué haces?"
y yo sólo respondo "Estar",
pues al fin y al cabo es lo que tenemos,
es lo que somos,
es lo que hacemos.

Quedémonos,
como ya dije hace poco,
nosotros mismos,
simples, básicos,
quedémonos con ese "nosotros"
que salió del molde,
quitemos los artificios,
joyas, ideologías.
¡¡Que nos metan en prisión
a aquellos que cometemos escándalo público
vistiendo ropas, luciendo joyas!!
Pero que nos dejen libres
a aquellos que mostramos opiniones
y no nos sentimos uno más del montón.

Porque la vida es así de simple,
somos nosotros quienes las complicamos.
Seamos montañas ante las tempestades,
bambú ante los vendavales,
seamos roca frente a la corriente.
Aquí estamos, somos nosotros,
tenemos conciencia, opinión, vida...
demostremos de qué pasta estamos hechos,
cojamos la vida por los...
por donde haya que cogerla,
y pasemos por encima de las eventualidades,
somos muchos los que estamos aquí,
unos nos levantamos a otros,
llegaremos hasta el final, pero
¿dónde está el final?,
pues ahí está la gracia, que no hay.
Por eso con mantenernos erguidos,
nos convertiremos en leyendas
de nuestra propia existencia,
sintámonos orgullosos de nosotros mismos,
sintámonos vivos.

martes, 1 de febrero de 2011

Primer capítulo de "AL FINAL DE LA CUEVA"

1

Un día cualquiera

            La luz del verano se hacía hueco por entre las ramas de los árboles del bosque del pequeño pueblo de Galston, los pequeños Sam y Seth Smith caminaban despreocupados junto a su padre, los pájaros cantaban alegres, pero el calor era casi abrasador, el mediodía de ese 20 de Junio era tremendo.

            Por la tarde, los niños corrieron como locos hacia un pequeño arroyo que corría por entre los desniveles del bosque, se bañaron y jugaron hasta que se hartaron, mientras su padre John, les observaba atentamente y hablaba por su teléfono móvil con su esposa, Rose.

            Al colgar, John llamó a sus hijos, que llegaron empapados a donde estaba su padre.

            -Mis queridos compañeros.- Dijo John, emulando a un general del Séptimo de Caballería, con su pipa en la mano y sacando toda la barriga que podía, percibiendo las carcajadas de los niños.- Nos presentamos ante un grave dilema.- Más risas infantiles.- Podemos volver a casa y cenar con vuestra madre, o podemos cenar aquí y dormir en aquella cueva.- Dijo levantando uno de sus gruesos dedos.

            -¡A la cueva!- Gritaron los niños a coro.

            -Bien, pues entonces adelante.-

            Se adentraron un poco en la cueva y encendieron una generosa hoguera, que pronto llenó de luz el habitáculo.

            Al poco, John percibió que la cueva gozaba de cierta profundidad y decidió explorarla un poco.

            -Voy a explorar esta cueva un poco, así se me abrirá más el apetito. Vosotros quedaos aquí y vigilad el fuego que no se extinga.-

            John desapareció en la oscuridad de la cueva ante la atenta mirada de los dos niños que se quedaron sentados a los lados de la hoguera, Sam con un palo avivando las llamas.

            Pasaron más de dos horas antes de que Sam empezara a notar que algo no iba bien. No dejaba de mirar al fondo de la cueva y cada vez estaba más preocupado.

            -¿Qué te ocurre Sam?- Le preguntó Seth.

            -Nada, solo quiero que papá llegue pronto. Oye, ¿por qué no vamos a buscarlo y así le damos una sorpresa?-

            -Pero papá dijo que nos quedáramos vigilando el fuego.-

            -Ya, pero si le ponemos un leño más, no creo que se apague.-

            -Bien.-

            Los dos niños se levantaron y se adentraron en la cueva. Tenían bastante frío y las linternas alumbraban muy poco. Pronto llegaron a un extraño resplandor que brillaba con una luz entre azul y violeta.

            -Parece que es el reflejo del fuego, pero estamos muy lejos de la hoguera como para que se refleje.- Dijo Sam.- ¿Dónde estará papá?-

            De repente, cuatro manos salieron del resplandor y llevaron a los niños hacia el otro lado del brillo.

            En la comisaría, Stan acababa de entrar en el despacho de su jefe.

            -Comisaría de policía de Galston. ¿Sí?-

            -¿Bradley?-

            -No, soy Stan, Bradley ha salido a patrullar.-

            -Soy Rose Smith.-

            -Dígame, Sra. Smith. ¿Otra vez John borracho o alguna travesura de Sam y Seth?-

            -No, esta vez es más grave.-

            Entonces Stan se sentó en la silla del despacho y quitó el manos libres del teléfono, cogió el auricular y habló en voz baja.

            -¿Qué ocurre?-

            -Se fueron los tres de excursión al bosque hace dos días, y aún no sé nada de ellos, tendrían que haber llegado ayer por la mañana como muy tarde, pero John tiene el teléfono desconectado.-

            -No se preocupe, iré a buscarlos.-

            -Gracias.-

            -Terence, acompáñame a buscar a los Smith al bosque.- Dijo Stan cuando colgó.

            -¿Al bosque?-

            -Sí, esos inconscientes se quedaron a dormir en el bosque.-

            -¿Cómo se les ocurrió a esos inconscientes meterse en el bosque de noche?-

            -Quizá no lo planearon así, quizá se perdieron. Le dejaré una nota a Bradley.-

            “Bradley:

                        Terence y yo hemos ido a buscar a los Smith al bosque, si necesitas algo, llámanos, el móvil estará encendido.

                                                                       Stan

            -Bien.- Dijo Stan.- Vamos.-

            Una vez llegaron al bosque, siguieron el rastro de huellas que habían dejado, además de las bolsas de patatas fritas que los niños (o incluso el propio John), habían dejado tiradas en el suelo.

            Se separaron unos cinco metros el uno del otro y comenzaron la búsqueda por todo el bosque. Stan se fijaba en cada rama rota, cada huella en suelo, en cualquier cosa que diera indicios de que ahí estaban los chicos y su padre.

            -Eh, Stan.- Dijo Terence.- Mira esa cueva, puede que entraran.-

            -Vamos a verlo.-

            En la entrada de la cueva encontraron una hoguera ya apagada. Terence se agachó y cogió algunas cenizas.

            -Están frías.- Dijo.- Han pasado la noche aquí quizás, pero se fueron por la mañana.-

            -Vamos dentro, quizás están perdidos. Dicen que esas cuevas son un laberinto de galerías que abarcan toda la zona.-

            Se adentraron poco a poco, con sus linternas, iban muy en silencio, sólo se escuchaban los pasos huecos de los dos policías.

            De pronto, Terence se quedó parado, no dio ni un paso más.

            -¿Qué ocurre?- Dijo Stan.

            -¡Shhhhh! He visto como algo se movía en la oscuridad.-

            Los dos se quedaron escuchando con atención, entornando los ojos, no queriendo apuntar con las linternas, parecía algo que se movía lentamente.

            De pronto, el móvil de Stan sonó y los dos dieron un respingo, dejándose caer ambos al suelo.

            -Es Bradley.- Dijo Stan mirando la pantalla.

            -Joder, vaya susto nos ha dado.-

            -¿Sí?-
           
            -Stan, soy Bradley. ¿Dónde os habéis metido?-

            -Estamos en el bosque, John Smith se fue de excursión con sus hijos hace un par de días y aún o han vuelto.-

            -John sí ha vuelto. Está en el hospital. Alguien le ha amputado el brazo derecho de cuajo. Luego le tomaré declaración. -

            -¿Y los niños?-

            -Aún no han aparecido, buscadles. Y tened cuidado.-

            -Bien.-

            Ambos continuaron la marcha una vez que se recuperaron del susto y llegaron al final de la cueva.

            -Aquí no hay nadie.- Dijo Terence.- Deben haberse ido. Volvamos.-

            -Espera. ¿No ves lo mismo que yo?-

            -¿Qué se supone que tengo que ver Stan?-

            -¿Es que no lo ves? Esta luz que emana de aquí.-

            -Estas mirando una pared de roca Stan, ahí no hay nada.-

            -No me creo que no lo veas, míralo, está aquí, es una luz, hay algo atrás, son como dos niños, o dos hombres bajitos, no los veo bien, se acercan, la luz los hace borrosos. ¡No puede ser!, es impo...-

            Lo siguiente que vio Terence fue como su compañero era literalmente engullido por la piedra.

            -¡Stan!-

            Terence, agobiado, llegó de un salto a la roca y se puso a examinarla y golpearla gritando sin parar el nombre de su compañero, pero Stan, no contestó.