Tú, que te estás riendo ahí, ¿Qué haces? ¿Qué hay al otro lado del espejo?
Hay un mundo al revés, otra vida, otra existencia, hay luz, igual que aquí, pero una luz fría. Al otro lado del espejo hay cuerpos sin alma, gloria de los perdedores... al otro lado del espejo sólo se ve una diestra algo zurda, y una izquierda que no sabe para donde ir.
Y sin embargo es reflejo de la vida real. Silenciosa ventana de nuestra existencia, que ni sientes ni padeces, chivato de lo que ocurre a nuestras espaldas, nos revelas lo que ocurre fuera de nuestra vista. Pero no podemos estar dentro de ti, sólo pueden esos clones de nosotros mismos, esos mimos que sobreviven en ese mundo paralelo. No hay sonido, sólo imagen, no hay olor, sólo sensación.
Clara vida del presente y testigo de nuestro devenir, encuentro cada mañana a un extraño ahí, un ser que todavía duerme plácidamente, un reflejo que se ríe de mí, porque no volverá a aparecer hasta que yo vuelva, porque no se va de casa, tan solo descansa, y sin embargo envejece igual que yo, aunque las heridas no le duelan, sí las padece.
Espejo, espejito mágico, muéstrame esa vida bizarra que escondes tras tus puertas, abre mis sentidos y méceme en tu inexistente realidad.
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