Bienvenido

Bienvenido a mi blog personal donde iré dando buena cuenta de mis trabajos literarios, y a través del cual podrá ponerse en contacto directo conmigo.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Microrrelato

Y le dio otro bocado.

La magdalena iba menguando poco a poco en su boca, sin dejar de posar su mirada sobre mí. Esa mañana, estaba si cabe más guapa que la noche anterior.

Sin embargo, no podía seguir viéndola. No estaba bien. Esto sólo me había servido para descubrir lo mucho, muchísimo que amaba a mi mujer, más que antes aún.

Regresé a casa con la firme convicción de abrazarla, de decirle sin palabras, sin besos, sin sexo, sólo con ese abrazo, que jamás la había amado tanto como ese instante. Ella sabía que las cosas no iban bien, y quizá sospechaba algo de lo que había ocurrido esa noche, pero había sido la última vez, ya no más.

Al entrar, ella todavía estaba acostada. La miré, estaba más preciosa que nunca, su rostro reflejaba una serenidad inusual. Al levantar la sábana para meterme con ella en la cama, y abrazarla por sobre ese suave camisón que vestía, descubrí un bote vacío y una carta cuyo sobre sólo ponía “Sr. Juez”

No hay comentarios:

Publicar un comentario