Un pequeño pedestal, con una bola de papel arrugada, un lienzo en blanco, un cuadro de un perro con una piel de ídem pegada, un amasijo de hierros, un concierto de un tío que se sienta al piano y no hace nada durante hora y media…
¿Hacia dónde va el arte? ¿Eso es arte? Perdónenme pero creo que no. No he visto cosa más estrambótica, y triste al mismo tiempo, que una persona delante de cualquiera de las obras que he mencionado, pensando sobre su significado, con los ojos absortos frente a ellas, y buscando una forma de plasmar lo que siente al verlas.
Cuando me coloqué frente a alguna de ellas, estuve pensando, por supuesto, pero en lo que iba a cenar esa noche. Son obras que no les veo ningún sentido, sólo tontería.
No voy a decir eso de “Eso puedo hacerlo yo”, ya que mi profesora de Historia del Arte me enseñó que eso no se decía, pero la verdad es que muchas de las obras que he visto, me parecen una mamarrachada.
Pensemos por un momento en los pintores del renacimiento, esos que pintaban las cosas tal y como eran, se pasaban larguísimas horas buscando la forma de pintar mejor la anatomía humana, de hacer que las telas parecieran vivas, como si se pudieran coger, hacían fotos, prácticamente, era maravilloso.
Ahora el arte, me parece decadente en su mayoría. Yo no le veo sentido.
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