LA IDIOSINCRASIA DEL ESCRITOR

    El escritor, no es sólo la persona que firma libros y se lleva el dinero, es un trabajador más, y bastante sacrificado.

    No podemos centrarnos sólo en que el escritor escribe un libro y luego se sienta a que produzca dinero. Ser escritor, es ser trabajador, crea una historia, le da coherencia, y pasa la mayor parte del tiempo investigando para que así sea. Pasa largas horas delante de su ordenador, de su máquina de escribir (que aún los hay) y de su folio en blanco, rellenando páginas, a veces con lo primero que se le pasa por la cabeza, para dar forma a una creación que puede ser un éxito, o un fracaso, pero por lo menos lo intenta.

    Desde el momento en el que escribe el primer capítulo, o el título del libro, el escritor tiene fe completa en que lo que escribe es bueno, y así debe ser. La satisfacción de ver un capítulo terminado, sólo es comparable a la de ver su novela terminada, y ésta, sólo se puede parangonar con la de ver un tomo en sus manos, con sus palabras escritas, encuadernadas debidamente, y con una portada diseñada para esa novela en cuestión.

    Pero también está la promoción, debe pasar muchas horas, muchos días, muchas semanas moviéndose por internet, y sobre todo por las librerías, para que le den ese hueco que merece su libro en una estantería.

    Es un trabajo, el de la promoción, bastante desagradable en su mayoría, pues no encuentra en gran medida, la respuesta que espera, pero la gran baza del escritor, es la perseverancia. Debe continuar, pese a todo, su trabajo, y escribir más, escribir todos los días, escribir hasta que los dedos le duelan, esperando su oportunidad.

    Y aún así, con suerte sólo llegará a ganar un pequeño porcentaje del valor del libro, y no sólo los escritores noveles, los más afamados, ganan poco por cada libro que venden, la diferencia está en el volumen de ventas.

    No menospreciemos la figura del escritor, es un currante nato, su horario no es mejor que el de cualquier trabajador de otro sector, ya que no tiene horario, se levanta temprano, escribe, va a muchos sitios para promoción de su novela, pasa largas horas buscando la manera de escribir mejor, de promocionar mejor, de ser mejor escritor, se reúne con muchas personas, interacciona con muchos grupos de escritores o lectores, y mantiene el tipo.

    Ser escritor es un privilegio, pero también una responsabilidad para con quien le sigue.